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MITO O REALIDAD

Leyenda

El alcohol te da energía.

Realidad

El alcohol es un depresor del sistema nervioso y, por tanto, reduce la capacidad de realizar cualquier actividad como, por ejemplo, conducir.

Leyenda

Una ducha fría o un café bien cargado te despejan.

Realidad

Ni la ducha ni el café disminuyen el alcohol en sangre y, por tanto, seguiremos estando ebrios aunque nos sintamos más despiertos o despejados.

Leyenda

Manteniendo en la boca un chicle, dos granos de café o soplando de determinada manera, se engaña al alcoholímetro.

Realidad

El alcoholímetro mide siempre igual el alcohol, aunque haya otras sustancias en la boca.

Leyenda

Dejar de beber cuando se acerca la hora de conducir reduce el alcohol en sangre lo suficiente para coger el coche.

Realidad

Es una práctica habitual entre los jóvenes creer que, por haber dejado de beber unas horas antes, se puede coger el coche pues el alcohol tiene su máximo efecto en el cuerpo una hora después de haberlo ingerido.

Leyenda

Beber sólo cerveza no produce ningún problema porque tiene pocos grados.

Realidad

Lo importante es el número de UBE (Unidad de Bebida Estándar) que se consuman. El alcohol que contiene una caña de cerveza es igual, por ejemplo, al de un chupito o un vaso de vino.

Leyenda

Mezclar cerveza, vino y licores emborracha más que beber un solo tipo de bebida alcohólica.

Realidad

La alcoholemia es la proporción de alcohol que circula en la sangre y es lo que determina lo borracho que uno está. Mezclar bebidas con diferentes contenidos alcohólicos no emborracha más pero puede provocar un mayor malestar en el estómago y mareos.

Leyenda

Todo el mundo reacciona igual al alcohol.

Realidad

Existen muchísimos factores que afectan a nuestra reacción ante el alcohol: el peso, la proporción de agua y grasa, la hora del día, el estado de ánimo, la bioquímica del organismo...

Leyenda

Quién está más acostumbrado a beber, se emborracha menos.

Realidad

A medida que la gente desarrolla una mayor tolerancia al alcohol muestra menos los efectos de la borrachera pero, a pesar de todo, se emborracha.

Leyenda

La tónica, los antiácidos y otras sustancias que protegen el estómago afectan al nivel de alcohol.

Realidad

Aunque puedan reducir el malestar, no afectan al nivel de alcoholemia ni ayuda a recuperar antes la sobriedad.

Leyenda

Se puede eliminar más rápidamente el alcohol del cuerpo haciendo ejercicio o vomitando.

Realidad

Por estas vías se expulsa menos del 2% de alcohol, cantidad insuficiente para disminuir el nivel de alcoholemia.